¡Hola Atleta! Hoy es el día perfecto para enseñarte a como motivarte a entrenar. ¿Y por qué hoy? Porque para entrenar siempre hoy mejor que mañana, ¡Ya lo sabes!
Imagina que tu motivación para entrenar es como un batido de proteínas casero, ¿Te suena raro? Permíteme explicarlo.
Para obtener el batido perfecto, necesitas una serie de ingredientes que trabajen juntos en armonía, ¿Verdad? Bueno, tu motivación para entrenar es igual.
Requiere una mezcla de varios “ingredientes” como objetivos claros, mentalidad positiva, y sí, también un poco de sudor y lágrimas.
¡Pero no te preocupes! Al final, te prometo que valdrá la pena.
Así que prepara ese “batido de proteínas casero” (¡o lo que prefieras!), y acompáñame en este viaje para descubrir cómo motivarte a entrenar.
Recuerda, cada viaje comienza con un primer paso. ¡Vamos allá!
Nutricionista profesional, Entrenador Personal. Especializado en atletas de alto rendimiento.
Para empezar, vamos a aclarar una cosa: ¿Qué es la motivación? En términos simples, la motivación es ese empuje que te lleva a hacer algo, en este caso, a moverte y a sudar la camiseta.
Piensa en ella como el motor de un coche. ¿Podrías llegar a tu destino sin él? Lo dudo, a menos que tengas unas súper piernas de ciclista y no te importe empujar durante kilómetros.
Pero Atleta ¿Qué pasa si ese motor no rinde bien o directamente no arranca? Aquí es donde entran en juego los tipos de motivación: intrínseca y extrínseca.
La motivación intrínseca es esa que viene de dentro de ti, esa pasión que te hace moverte porque te gusta, porque te divierte.
Como cuando te levantas una mañana y decides que hoy es el día perfecto para entrenar con mancuernas en casa, y sientes un cosquilleo de emoción. Esa, Atleta, es la motivación intrínseca.
Por otro lado, tenemos la motivación extrínseca, la que viene de fuera. Este tipo de motivación es más como un entrenador personal que te grita desde la banda: “¡Vamos, que puedes!”.
Puede ser un premio, una recompensa, o quizás evitar una consecuencia negativa. Por ejemplo, te motivas para entrenar porque quieres perder peso y lucir espectacular en ese nuevo traje de baño para el próximo verano.
Aquí, nuestro post sobre cómo perder peso en casa podría darte ese extra de motivación que necesitas.
Ahora bien, ¿Qué sucede cuando falla la motivación para entrenar? No te voy a engañar, es como si te invitaran a una fiesta y al llegar te encontraras con que es una reunión para vender aspiradoras.
En resumen, sin motivación, los entrenamientos pueden convertirse en una tortura, y es posible que te encuentres buscando excusas para no hacerlo, en lugar de disfrutar de los beneficios que trae, como fortalecer tu cuerpo y mejorar tu salud.
Sin embargo, ¡No te desesperes! Entender como funciona la motivación es el primer paso para poder manejarla a tu favor.
Y créeme, con las estrategias adecuadas y un poco de constancia, pronto tendrás la motivación para entrenar como tu fiel compañera de viaje.
¿Sabes esa sensación cuando te dispones a hacer ejercicio y de repente el sofá parece la opción más atractiva del mundo?
Sí, todos y todas hemos estado allí. Los desafíos para motivarte a entrenar pueden ser tan variados como los sabores de helado en una heladería italiana.
Algunos de los más comunes son la falta de tiempo, el cansancio, la pereza, la falta de resultados visibles a corto plazo, o simplemente la rutina del día a día que se interpone en nuestro camino.
Pero ¿sabías que todos estos obstáculos son como los pesos que levantas en el gimnasio?
Al principio parecen imposibles, pero con entrenamiento y persistencia, cada vez se vuelven más ligeros.
Entonces, ¿por qué no tratar estos desafíos como una parte más de tu entrenamiento y superarlos uno a uno?
El estrés y la ansiedad pueden ser como esos espectadores negativos en un partido de fútbol, gritándote desde la grada y haciendo que pierdas la concentración.
Y lo peor es que a veces ni siquiera te das cuenta de que están allí. El estrés y la ansiedad pueden llevarnos a pensar que no somos capaces de hacer algo, en este caso, entrenar.
¿La buena noticia? El entrenamiento es una de las mejores formas de lidiar con ellos.
Un buen entrenamiento libera endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que te ayudan a sentirte mejor y más relajado.
¿Te acuerdas de esa sensación de logro y satisfacción después de una sesión de entrenamiento HIIT en casa? ¡Eso es! Las endorfinas en acción.
Finalmente, no podemos olvidar el papel que juega nuestro entorno social. A veces, la presión social puede llevarnos a hacer cosas que no queremos o a no hacer las que sí queremos.
Pero aquí está el truco: puedes convertir esta presión en una herramienta para motivarte a entrenar.
¿Cómo? Busca un compañero o compañera de entrenamiento, por ejemplo, compartiendo así metas y logros.
Verás cómo la presión se transforma en apoyo y cómo esto puede aumentar tu motivación para entrenar.
En resumen, los desafíos para motivarte a entrenar son como las cuestas en una ruta de ciclismo: pueden ser difíciles de subir, pero una vez que las superas, la vista desde la cima y el camino de bajada son simplemente increíbles.
Así que, no dejes que estos obstáculos te detengan. Recuerda, incluso los mejores deportistas del mundo han tenido que superar sus propios desafíos.
¿Ready para enfrentarte a los tuyos y seguir adelante en tu viaje de entrenamiento? ¡Vamos, que se puede!
Te has preguntado alguna vez, ¿Por qué algunos días te levantas dispuesto a comerte el mundo, y otros simplemente te gustaría esconderte bajo las sábanas y no salir?
La respuesta está en tu cabeza, y no, no me refiero a tu peinado. Hablo de tu mentalidad. Una mentalidad positiva puede ser la diferencia entre ponerte las zapatillas de correr o seguir postergándolo para “mañana”.
Piénsalo, es como cuando estás en una carrera y ves la meta a lo lejos. Puedes optar por pensar “uff, todavía queda mucho, no puedo hacerlo”, o puedes decirte “¡vamos, solo un poco más, lo tengo!”.
La misma situación, dos mentalidades diferentes. Y, Atleta, te garantizo que en la segunda opción, llegarás a la meta mucho más rápido y disfrutarás más del camino.
Entonces, ¿Cómo podemos cultivar esta mentalidad positiva que parece ser la clave para motivarte a entrenar? Aquí es donde entran en juego las técnicas de visualización y afirmaciones positivas.
La visualización es una técnica muy poderosa usada por deportistas de élite, como Michael Phelps o Usain Bolt.
Se trata de imaginar tus entrenamientos y tus metas con todo detalle, como si estuvieras viendo una película en tu cabeza.
¿Quieres correr un maratón? Imagina cada kilómetro, cada zancada, cada gota de sudor. Visualiza la línea de meta, la multitud vitoreando, la medalla colgando de tu cuello.
Puedes hacerlo en cualquier momento del día, pero te recomiendo que lo hagas justo antes de dormir y al despertar.
Las afirmaciones positivas son frases que te dices a ti mismo para fomentar una mentalidad positiva.
Pueden ser cosas como “Soy capaz de hacer este entrenamiento”, “Disfruto entrenando”, “Cada día estoy más fuerte”.
Dite estas frases a ti mismo varias veces al día, y verás cómo tu mente empieza a creerlas.
Finalmente, no podemos hablar de motivarte a entrenar sin hablar de autocuidado y autocompasión. Porque, vamos a ver, ¿Quién se va a motivar para hacer algo que le resulta doloroso o desagradable?
El entrenamiento debe ser una forma de cuidarte, no de castigarte.
Es importante que escuches a tu cuerpo y le des lo que necesita: un día de descanso, o simplemente una sesión de estiramientos en lugar de una carrera intensa.
Y recuerda, no pasa nada si un día no tienes ganas de entrenar. No seas demasiado duro contigo mismo, todos tenemos días malos.
La clave está en no dejar que un día malo se convierta en una semana, un mes o un año malo.
Es como cuando estás frente a un lienzo en blanco, con un montón de pinturas y pinceles esperándote. ¡Tienes todas las posibilidades del mundo! Y con el entrenamiento, ocurre exactamente lo mismo.
Puedes mezclar, combinar, probar, fallar y triunfar. Lo más importante es que encuentres una rutina de entrenamiento que te inspire y te motive a dar lo mejor de ti.
Recuerda que no necesitas un gimnasio lleno de equipos de alta tecnología. Con solo algunos elementos básicos, puedes hacer maravillas.
¿Quieres algunos ejemplos? En nuestro artículo sobre los mejores equipos para entrenar en casa, encontrarás una lista de lo esencial para empezar.
¿Recuerdas cuando eras niño y tenías que llegar a la estantería más alta para coger las galletas? Al principio era imposible, pero cada vez que lo intentabas, llegabas un poco más alto.
Hasta que un día, finalmente, alcanzaste tu objetivo (¡y te comiste las galletas!). Eso mismo pasa con el entrenamiento. Cada pequeño logro, cada mejora, aunque sea mínima, es un paso hacia tu objetivo final.
Así que, aunque hoy solo puedas hacer una sentadilla, o correr durante un minuto sin parar, ¡Celebra eso! Porque eso significa que estás en camino.
Y recuerda, la mejora es continua, y cada día estás un paso más cerca de tu meta.
Vamos a ver, nadie quiere comer la misma comida todos los días, ¿Verdad? Pues con el entrenamiento pasa lo mismo.
Si haces siempre los mismos ejercicios, al final te aburres y pierdes la motivación. Así que no te cortes y varía tu entrenamiento.
Un día puedes hacer una rutina de fuerza, al siguiente yoga, luego una sesión de HIIT… Las posibilidades son infinitas. Y si necesitas ideas, echa un vistazo a nuestro manual para entrenar escalada en casa.
No importa si no tienes una pared de escalada, las técnicas y los ejercicios que encontrarás allí te servirán para cualquier tipo de entrenamiento.
¿Quién dijo que el entrenamiento tenía que ser aburrido? Mira, si te digo la verdad, a mí me encanta el entrenamiento. Pero eso no significa que no pueda ser divertido y emocionante.
¿Por qué no hacer un entrenamiento temático de los años 80? ¿O retar a tus amigos a ver quién hace más repeticiones? ¿O qué tal un entrenamiento al aire libre disfrutando del buen tiempo?
En definitiva, el entrenamiento es un momento para ti, para cuidarte y disfrutar. Así que no te cortes y haz que sea divertido y emocionante.
Y si necesitas ideas, en nuestra guía definitiva de entrenamiento en casa encontrarás un montón de ellas.
¿Ready para darle un toque de diversión a tu rutina de entrenamiento? ¡Vamos allá!
Vamos a ponerlo claro, Atleta. Si subes a un barco sin destino, podrías acabar en cualquier lugar, ¿Verdad? Eso es precisamente lo que ocurre con el entrenamiento.
Sin una meta clara, es como si estuvieras en un gimnasio a oscuras, tropezando con las máquinas y sin saber qué dirección tomar.
¿Te suena? Pues no te preocupes, porque vamos a encender la luz y a poner un faro en tu objetivo. Así de simple.
Las metas SMART son Específicas, Medibles, Alcanzables, Relevantes y Temporales. Suena un poco a jerga de coach, ¿Verdad? Pero te prometo que es mucho más sencillo de lo que parece.
Específicas: No vale decir “quiero estar en forma”. ¿Qué significa eso para ti? ¿Quieres ser capaz de correr una maratón? ¿Levantar un peso determinado? ¿Hacer un número específico de repeticiones? Cuanto más específica sea tu meta, más fácil será saber lo que tienes que hacer para alcanzarla.
Medibles: ¿Cómo sabes si has llegado a tu meta si no puedes medirla? Imagina que tu meta es “correr más”. Pues bien, ¿cuánto es “más”? ¿Un kilómetro más? ¿Diez minutos más? Tienes que ser capaz de medir tu progreso para saber si estás avanzando hacia tu objetivo.
Alcanzables: Aquí es donde a muchos de nosotros nos falla. No podemos empezar diciendo “quiero correr una maratón en un mes” si nunca hemos corrido en nuestra vida. Tu meta debe ser un reto, sí, pero también debe ser algo que puedas alcanzar con trabajo y dedicación.
Relevantes: Tu meta tiene que ser algo importante para ti, algo que realmente quieras conseguir. No vale establecer una meta solo porque tu amig@ ha dicho que es su meta. Tiene que ser relevante para ti y para tus propios intereses.
Temporales: Finalmente, tu meta debe tener una fecha límite. No puedes decir “quiero correr una maratón” y dejarlo ahí. Tienes que establecer una fecha para conseguirlo. Esto te ayudará a mantener la motivación y a trabajar para alcanzar tu objetivo.
Esa es la pregunta del millón, ¿Verdad? Todos nos sentimos desmotivados a veces. El truco está en entender que la motivación es como una ola, sube y baja.
Asegúrate de tener claras tus metas, de hacer ejercicios que te gusten y de recordarte a ti mismo por qué quieres hacer esto. ¡Y no te olvides de celebrar tus logros!
Entrenar en casa puede ser un desafío, pero también puede ser una oportunidad para experimentar y encontrar lo que realmente te gusta. Prueba diferentes tipos de ejercicios, desde yoga hasta entrenamiento de fuerza o cardio.
¡Claro que sí! Las metas son como un mapa de carreteras que te dirige hacia donde quieres ir. Pero recuerda que deben ser metas SMART: específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. ¡Y no te olvides de celebrar cuando las alcances!
No te preocupes, todos hemos estado ahí. Lo importante es no rendirse. Intenta cambiar tu mentalidad y ver el ejercicio como una forma de cuidarte a ti mismo, en lugar de un castigo. Además, asegúrate de hacer ejercicios que te gusten
Y aquí estamos, Atleta, al final de este maratón de palabras, tras haber hablado de todo un poco, desde las razones de tu desmotivación hasta cómo potenciar esa energía que te impulsará a entrenar con ganas.
Parece que nos hemos enfrentado a un circuito de obstáculos juntos, ¿Verdad? Pero no te preocupes, he estado contigo en cada paso, como un buen compañero de entrenamiento, o mejor aún, como un entrenador personal.
Así que ya lo sabes. La motivación para entrenar no es una línea recta, es más bien como una montaña rusa, con sus altibajos.
Pero con las herramientas adecuadas, puedes hacer de esta montaña rusa un viaje emocionante, ¡y no un motivo de vértigo!
Recuerda que motivarte para entrenar es como preparar un batido de proteínas casero: puede parecer complicado al principio, pero una vez que conoces la receta, solo necesitas los ingredientes adecuados y un poco de esfuerzo para obtener un resultado delicioso y nutritivo.
¡Nos vemos en el próximo blog!
Te recuerdo, Atleta, que tienes disponibles mis servicios de coaching deportivo, mi especialización deportiva en desarrollo de futbolistas con mi programa futbol pro, y mis servicios de entrenamiento personal.
¡Entrenemos Juntos!